jueves, 1 de septiembre de 2011

Salvaguardamos tu vida: Las Ambulancias de Matias Romero A. Oaxaca

 Las Ambulancias, Angeles de la Guarda.

Matias Romero Avendaño, Oaxaca

 
Cuando una persona se lesiona o enferma repentinamente, transcurren lapsos antes de que pueda recibir asistencia médica, y lo que hagamos o nos abstengamos de hacer durante ese intervalo es de tal importancia que pueda significar la vida o la muerte de la víctima. En los casos graves es vital llevar la paciente, llame inmediatamente una ambulancia.




    Los primeros auxilios son las medidas de asistencia que podemos proporcionar mientras llega el médico. Antes uno mismo, antes la propia familia y ante el prójimo estamos obligados a conocer y entender los procedimientos sencillos que pueden aplicarse, rápida e inteligentemente,  en caso de urgencia utilize estos pasos.



Normas Generales de los Primeros Auxilios
1. Cuando se disponga a ayudar a una persona seriamente lesionada, asegúrese, ante todo, de tres cosas que constituyen al ABC de los primeros auxilios:
    A. Compruebe si el conducto respiratorio no está  obstruido por la lengua, las secreciones o algún cuerpo extraño.  
    B. Asegúrese de que la persona respira. Si no lo hace, adminístrele respiración artificial.  
    C. Averigüe si el paciente tiene pulso. si no lo tiene, recurra a la resucitación cardiopulmonar o RCP. Mientras administra la RCP, compruebe si sangra la persona lesionada. 


2. No pierda un instante si el accidentado sangra con profusión, si ha tragado veneno o si el corazón o la respiración se han detenido. Cada segundo puede ser decisivo.

3. Recuerde que es de vital importancia no mover a una persona con lesiones graves en el cuello o en la espalda, a menos que sea indispensable apartarla de otro peligro. 

4. Inicie los primeros auxilios con esta medida: mantenga a la víctima acostada y quieta. si ha vomitado y no es probable que se  haya fracturado el cuello, vuélvale la cabeza a un lado para evitar que se asfixie. Consérvela abrigada.

5. Si es posible, encargue a  alguien que pida una ambulancia o llame al médico mientras usted administra los primeros auxilios. Debe indicarle al médico la naturaleza del caso y preguntarle lo que se debe hacer por el paciente mientras él o la ambulancia llagan. 

6. Examine al paciente con delicadeza. Aflójele la ropa que pueda apretarle; si es necesario, córtela para evitarle movimientos bruscos o nuevos dolores. No despegue las telas adheridas a las partes quemadas.

7. Tranquilice a la víctima y trate de conservar la calma usted mismo. La serenidad del que auxilia puede disipar los temores y el pánico del herido y convencerlo de que no hay motivo de alarma. 

8. No obligue a tragar líquidos a una persona inconsciente o semiconsciente; los líquidos pueden asfixiarla. No trate de reanimar con golpes o sacudidas a alguien que haya perdido el conocimiento.

Como mover una persona herida
Se puede dañar más a un herido por moverlo, si la lesión interesa la columna vertebral (cuello o espalda). Consiga usted un médico o una ambulancia, si es posible, y mientras tanto cubra al paciente, donde esté, con mantas o abrigos. No cambie de postura a la víctima hasta que conozca la naturaleza de sus lesiones, a menos que sea absolutamente necesario  moverla para impedir otro accidente. Si es posible, deslice bajo el cuerpo del herido una manta o una chaqueta larga para arrastrarlo sobre ella. Cuando sea indispensable esto último, arrástrelo a lo largo, y no de lado. Si es necesario levantarlo, no lo doble elevando solamente los pies y la cabeza. 

Sosténgale el cuerpo de manera que lo levante sin encorvarlo. Mientras no éste seguro de que no hay lesiones en el cuello o la espalda, no trate al herido grave como si fuera un fardo, metiéndolo en un automóvil para llevarlo a toda velocidad al pueblo más cercano. Si es absolutamente necesario transportarlo, hágalo en postura reclinada o semiacostada. De ser posible, en camilla. Lo mejor es utilizar una puerta o una tabla ancha. A falta de ésta, haga una camilla con mantas y palos, o con chaquetas abotonadas, con las mangas vueltas hacia adentro y los palos metidos con las mangas. Use una silla (llevada a cuestas por dos personas) para bajar a heridos por escaleras angostas o tortuosas. 

Cuando informe usted de un accidente, indique claramente al médico o al servicio de ambulancias la naturaleza del mismo y de las lesiones. Pida consejo sobre la forma de proceder más segura.


EL Presidente Municipal haciendo entrega de las ambulancias a la ciudadania de Matias Romero Avendaño, Oaxaca.


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